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Tryno Maldonado comenta en su blog:
Este día me he topado con la desagradable sorpresa de que mi obra ha sido censurada y sacada de circulación por "órdenes superiores" del gobierno federal en turno, algo que ni por asomo creí que pudiera volver a suceder en este país, como en épocas pasadas. Con ingenuidad creí que esos días y esas prácticas habían quedado atrás, pero veo que no. En México aún hay censura, una velada, sutil y afinada en cuanto a sus métodos, pero censura con todas sus letras. A tal grado que el tiraje completo del número de la Gaceta del Fondo de Cultura Económica del mes de julio, fue recogido de los puntos de venta por el contenido de un texto mío. El hecho en sí resultaría irrisorio de no ser por el flagrante acto de censura y de ataque a la libertad de expresión y de creación que esto implica. Esta vez me tocó a mí por mis ideas y por mi derecho a expresarlas, mañana quién sabe...
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Aquí un fragmento de ese cuento (posteado en el blog de Tryno)
17. La cucaracha-calderón era la peor de todas las que logré clasificar en ese período. Era la más golosa, sucia, torpe y lenta de todas. Nada qué ver con la bravura y el arrojo de la obispo, ni mucho menos con la astucia y la rapidez de la diazordaz. La cucaracha-calderón era pertinaz, imbécil pero pertinaz y, sólo ahora lo creo, inmortal. Fue esa especie la que terminó por sacarme del departamento.
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Vía Eve Gil