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Trolling around

Revisando los resultados en Google de la frase "flickr llorch" --lo cual hice para checar las estadísticas de tráfico hacia mi cuenta-- me encontré con que hace varias semanas alguien me dedicó un post en su bitácora profesional por un comentario que le dejé a una de sus notas.

La entrada en cuestión era "El Universal de México continúa su ataque a las redes sociales". Ese título inmediatamente activó mi bullshit-o'-meter. Y me hizo recordar al corrector del periódico en el que trabajaba cuando los editores iban con sus encabezados mal enfocados.

En síntesis, el autor de ese blog habla de una nota proveniente de la agencia EFE, --que informa sobre un presunto estudio donde se analiza la relación entre el Facebook y el detrimento en el rendimiento escolar-- y que a su vez fue publicada por El Universal.

Los argumentos que ofreció el administrador de ese blog igual carecen de importancia ante ustedes. Simplemente lo que me molestó fue que hiciera un pobre ejercicio retórico (de , I dunno, ¿sinécdoque?) al tomar la parte por el todo: dar a entender que TODA la estructura de El Universal está en contra de TODAS las redes sociales que existen por medio de una nota pichurrienta de EFE, una agencia de la que me reservo mi comentario. Con esto, entró en el terreno de la exageración (lo que llaman en el periodismo como "amarillismo").

A punto estaba de explicar en la zona de comentarios dentro de aquel blog sobre la naturaleza de las notas de agencias cuando alguien más se adelantó. Al asentir con otro comentarista, sólo recalqué que ese autor debía dar a conocer a sus lectores su nivel de estudios. Como es respetado por sus comentarios, entonces su audiencia necesitaba conocer la educación de su visión de mundo.

En caso de que contase con una educación universitaria y dentro de ese campo, adelante, atórele con sus críticas; si tuviera estudios de nivel superior pero fuera de ese ámbito, que la gente esté atenta para que tomen sus comentarios con cautela; y si el cuate posee estudios de preparatoria o secundaria, no necesariamente implicaría descalificarlo automáticamente —igual gente sin estudios tiene una capacidad de análisis asombrosa— aunque sí estar prevenido.

Después, el propietario de aquel blog hizo otra entrada a partir de los comentarios de quienes cuestionaron sus estudios para generar más ingresos con los golpes a su ego. Quiero decir, ese blog genera ingresos por publicidad gracias a la visita de sus lectores. Pero en ese caso, gana un dinerito extra por poner en portada los comentarios de sus usuarios que, al menos en mi caso, no otorgaron permiso para que mi contenido se convirtiera en una fuente de isus ngresos. No es que ahora yo quiera mi tajada. Se me hace tan simpático como cuando el periódico local publica los comentarios a las notas periodísticas en la versión online como si fueran editoriales. Los pobres comentaristas han de estar felices presumiendo a sus amigos que salieron en el periódico. Lo que no saben es que se generan ingresos a costa de ellos --y nunca les tocará una parte.

Whatev. En esa entrada desvió la discusión hacia otras patrañas que ustedes, si están interesados, podrán leer en el enlace de abajo.

En este mundo hay cada loco. Podemos hablar de lo que se nos dé la gana. Si quieres hablar de literatura en términos románticos y de inspiración y no sobre su técnica y detalles, todos somos libres de hacerlo. Aunque por otra parte, como estuve un rato en un periódico y más o menos entiendo su mecánica, respeto el estudio de sus profesionistas. El autor de ese blog habla de los periódicos como si tuviera una maestría y una audacidad visionaria. Ok. Quizá a algunos le esté abriendo los ojos. Pienso que yo pude haber hecho eso después de mi liquidación: bloggear de los medios de comunicacion digitales --tanto en su estructura como en sus contenidos-- para formarme un currículum online. No obstante, he postergado e incluso negado ese deseo, pensando en la imagen o lectura que podría dar de mi.

Mucho rollo.


Enlace: Los medios, el periodismo y la responsabilidad de lo que se publica