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El oficio de escritor [Norman Mailer]

Norman Mailer sobre la disciplina de la escritura:

A lo largo de los años, he descubierto una regla. Es lo único que doy en esas ocasiones en que hablo sobre la escritura. Es una regla simple. Si te dices a ti mismo que vas a estar ante el escritorio mañana, con esa declaración le estás pidiendo a tu inconsciente que prepare el material. En efecto, estás celebrando un contrato para recoger tales objetos de valor en un tiempo acordado. Cuenta conmigo, le estás diciendo: estaré allí para escribir. El punto es que tienes que mantener unas relaciones confiables. Si te levantas por la mañana con resaca y no puedes ponerte a trabajar literariamente, tu inconsciente, después de fallar varias veces en aparecer, se retirará.

[..] la regla es que si te dices a ti mismo que vas a escribir mañana, entonces, no importa lo mala que sea la resaca o lo prometedora que sea una invitación repentina por la mañana para hacer algo más disfrutable. No, te sientas con diligencia, como un esclavo, y trabajas. Esta orden es del todo antirromántica en espíritu. Pero si te sometes a esta imposición, este decreto que te obliga a ser confiable, entonces, después de cierto periodo de tiempo, -puede llevar semanas o más- el inconsciente, cuidando sus desilusiones, puede empezar a confiar otra vez en ti.


Esta es una carga para los escritores jóvenes que no sólo son ambiciosos sino lo bastante desenfrenados como para sentir que su desenfreno forma parte de su talento. Odian someterse a la mano pesada (esa horrenda, severa, inflexible exigencia de moderación) y obedecer la regla de que tienes que presentarte.


Enlace: Norman Mailer (2) (vía Tediósfera)