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La ‘dificultad’ de George Steiner


Durante el interés que tuve por la literatura y sus estudios literarios décadas atrás, realicé el mayor ejercicio de dificultad que se puede tener hacia un texto: aprecio y un esfuerzo por buscarlo.

Queremos tener el conocimiento al alcance de la mano. En un pasillo frecuentado de biblioteca. En el feed de Facebook. No obstante, para el conocimiento también existe el conocimiento paciente, que no es más que aquel por el que hay que esforzarse por encontrar. Tal vez descargar un archivo en formato de torrent. O esperar 20 minutos a un bibliotecario.

Recuerdo que consulté el libro de On difficulty and other essays de George Steiner dentro de las colecciones especiales y apartadas del público general que tenía una biblioteca universitaria en Ciudad Juárez.

Fue gracias a ese texto que mi camino en la lectura de las obras ‘difíciles’ de la literatura se fue abriendo para mí.

En aquellos años disfrutaba de leer a Luis de Góngora. Dante. Shakespeare. T.S. Eliot. James Joyce. No eran lecturas esenciales ya que mi carrera se concentraba en literatura en español. Lo más difícil que llegué a leer en español de literatura contemporánea (en aquel entonces) fue Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos.

Una persona persona en aquel entonces dijo al finalizar una clase que yo era una persona que hacía parecer sencillo textos difíciles. Otra me confió que intentó embarcarse en la lectura de varios autores de mis intereses. Igualmente me confesó que fracasó en su intento por interesarse en esos escritores antes mencionados.

Un fragmento del ensayo de Steiner:

Because it is ontologically economical —another difference from prose— the language of the poem implicates a surrounding and highly active context, a corp us, possibly an entire world of supporting, echoing, validating, or qualifying material whose compass underwrites its own concision.

La dificultad de la poesía es una muy sencilla: ofusca en la concisión de sus palabras meticulosamente cuidadas los universos que la validan.

Poesía es Literatura toda.

Gracias a Steiner accedí a una habilidad inútil: podía leer el Finnegans wake y el Ulysses de James Joyce con cierta familiaridad. El tiempo verbal es importante. Actualmente sólo podría hacer skimming a esos textos.

El principio de Steiner sobre la dificultad la he aplicado donde el reino del lenguaje es válido: en oficios como el periodismo, incluso haciendo actividades contables (¿qué es timbrar?).

Leí varios libros de Steiner en la universidad. Curiosamente ahora ya no se encuentra en su base de datos.

Después de Babel, Lenguaje y silencio, Heidegger, Gramáticas de la creción. El único libro que me sobrevive de él es La poesía del pensamiento, el cual consulto para escribir estas líneas. Me encuentro dentro de él a un confidente: ahí guardé unas fotografías que tomé años atrás.

Me entero de la muerte de George Steiner por medio de Gina aunque había visto algunas menciones de Steiner ayer por la tarde sin saber que había fallecido.

Links: La entrevista póstuma de George Steiner: ‘Me faltó valor para crear’
| ‘Estamos matando los sueños de nuestros niños’