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La fama mínima

Dos sucesos que ocurrieron antier y ayer. El primero fue que en el mediodía del miércoles escuché a Víctor reírse con Alondra y Danitza (creo que con ellas). Luego se me acercó él y me dijo que yo aparecía en todas las agendas universitarias del Instituto.

Pasa que en las fotografías decorativas aparece una foto del edificio de Humanidades. Si uno tiene mucho tiempo y ocio notamos que aparece un grupo de cuatro personas platicando. Las imágenes a las que me refiero son tan pequeñas que están a punto de ser píxeles. En primer plano se encuentra de espaldas un gordito carismático con una mochila roja (gordito que estudió y que ahora es un licenciado de literatura y maestro de redacción): me refiero al coltsiniestro. A partir de aquí todos lo demás del grupo son irreconocibles. Se dice que atrás de Diego se encuentra Gibrán (aunque podría ser Monárrez) y que uno que aparece con un folder amarillo sería Neto. De frente, pero en un plano anterior aparece un flaco con una camisa gris oscuro, dos cuencas oscuras en los ojos (lentes de sol) y con cabello, peinado hacía atrás. Creo que ese sería yo. Ahora que he visto y revisado esa foto me convenzo, tristemente, de ser yo. Me da pena verme en una fase de mi vida (hace unos años) cuando desconocía que las camisas grises deben ser quemadas del guardarropa de cualquier hombre.

El otro incidente de celebridad ocurrió ayer. En una clase de literatura española se comentó acerca de la novela de Luis Martín Santos Tiempo de silencio. Para aquellos que no estén familiarizados con el texto es una novela con técnicas de monólogos interiores y fluires de la conciencia. Resulta que un alumno (pudiera ser alumno, -a) hizo el comentario que esa clase de novelas las dejaba a las veinte páginas. Vicky le replicó (y tuvo que hacerlo ya que la clase anterior había expuesto al respecto) que también a ella le llegó a molestar la lectura del Ulysses y de La vida breve de Onetti. Pero que, sin embargo (redundancia estilística mía) lo que le ayudó fue "el comentario que me hizo Jorge para seguir con la lectura del Ulysses. Ya saben cómo es él... las cosas díficiles las deshace en un instante". Bueno. Fui citado en una clase. Es algo raro. Es lo más que puedo decir.

Lo bueno que no se refierieron a mi ensayo del Ulysses porque de lo contrario, Báez lo hubiera puesto como información bibliográfica dentro del curso para años venideros...