Aunque en estos días eso del "blog" es medio superado. Creo que los blogs más interesantes son los colectivos. Me gustaría hacer uno. Digo integrarme a uno. Pero claro, tengo eso que se llama tiempo, y que me huye cuando le hablo de tiempo libre.
También el problema actual por el cual no escribo tan seguido es porque no tengo claro lo que pienso, lo que quiero decir y la coordinación de los dedos. Es muy curioso. Porque no me gusta escribir lo que pienso. Es muy complejo lo que pienso. Tampoco, en mis dedos no tengo la velocidad de mis pensamientos.
Mejor me gustaría escribir algo que pudiera ser dicho en voz alta. Pero justo ahí pierdo una coordinación esencial: me conformo por frases largas y creo que demuestran un acento muy personal o muy norteño. Y no sé: a veces me avergüenzo de eso. (Creo que) fue Dámaso quien dijo que Alfonso Reyes tenía una voz privilegiada. Entonación. Pienso en Reyes sin acento. Y si es un acento personal o si eso de las frases largas es muy mío queda un poco más claro todo y se vuelve comprensible. Pero en ese caso, entonces no me gustaría decir ni escribir algo que tenga la pretensión de ser dicho en voz alta, como si fuese algo relevante.
También el problema actual por el cual no escribo tan seguido es porque no tengo claro lo que pienso, lo que quiero decir y la coordinación de los dedos. Es muy curioso. Porque no me gusta escribir lo que pienso. Es muy complejo lo que pienso. Tampoco, en mis dedos no tengo la velocidad de mis pensamientos.
Mejor me gustaría escribir algo que pudiera ser dicho en voz alta. Pero justo ahí pierdo una coordinación esencial: me conformo por frases largas y creo que demuestran un acento muy personal o muy norteño. Y no sé: a veces me avergüenzo de eso. (Creo que) fue Dámaso quien dijo que Alfonso Reyes tenía una voz privilegiada. Entonación. Pienso en Reyes sin acento. Y si es un acento personal o si eso de las frases largas es muy mío queda un poco más claro todo y se vuelve comprensible. Pero en ese caso, entonces no me gustaría decir ni escribir algo que tenga la pretensión de ser dicho en voz alta, como si fuese algo relevante.